El método más sencillo para evitar la corrosión y la oxidación es utilizar metales resistentes a estos efectos como el acero inoxidable o el aluminio, dos grandes aleaciones de metal con las que trabajamos en Molduras de Lámina.
Es importante conocer que existen inhibidores de corrosión, sustancias químicas que funcionan para revestir y aislar las superficies, neutralizando la acidez o alcalinidad, al añadir concentraciones pequeñas al medio corrosivo, actúan en la interfase metal-solución, disminuyendo sensiblemente la velocidad de corrosión del material metálico.
Los inhibidores anódicos actúan sobre la disolución del acero y reducen la velocidad de corrosión aumentando el potencial de corrosión del acero. El inhibidor anódico más utilizado es el nitrito de calcio, pero también se suele utilizar nitrito de sodio, benzoato de sodio y cromato de sodio.
¿Cuáles son los métodos de protección contra la corrosión más eficaces?
La oxidación se puede prevenir engrasando, pintando, galvanizando, anodizando o aceitando la superficie.
MolduTIP:
Aplicar recubrimientos protectores, como pinturas anticorrosivas o galvanizado a las estructuras de metal, es la medida más efectiva para evitar que el oxígeno y la humedad entren en contacto con una superficie de acero, por ello, nuestros especialistas dan una capa especial de pintura epóxica a las piezas metálicas una vez finalizadas.
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